Para esas Navidades
uno de los regalos necesarios
fue una cafetera para el Papa.
Ya que la que teníamos acabo de romperse
por completo
Entre los modelos que había en el mercado en ese momento dudamos mucho entre una cafetera tradicional:
O la nueva y tan puesta de moda NESPRESSO.

¿Sabes cual pedimos al final?
Claro, al final compramos la Nespresso.
Que diferencia.
Mucho más cómoda que cualquier otra cafetera. Al hacer el café individual, en poco tiempo tienes café recién hecho que no tiene comparación con un café que ya lleva un tiempo.
La gran variedad de cápsulas con diferentes sabores es espectacular.
Ya en las grandes superficies puedes encontrar cápsulas que sirven para la maquina sin tener que ser de la marca de la cafetera. Su precio es más asequible pero es verdad que no tienen nada que ver. Ni en calidad de sabor, ni en variedad de sabor..
El Papa está encantado con ella.
Yo soy de Nescuik
Y siempre con miel.

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