domingo, 17 de abril de 2016

Se acabó el COLECHO con Ania. 3 años y 6 meses juntos.

Volvimos a aprovechar la vista de Papa Noel
 para proponer a Ania el nuevo cambio.
Debería dormir sola. 
Si no Papa Noel, esa noche, no traería los regalos. 
Y a partir de entonces debía de dormir sola
 para que estuviese contento con ella. 



El año pasado fue dale a papa Noel el chupete 
a cambio de un muñeco. 
Y nos lo trajo y le pusimos el nombre de TETE. 
Y no volvió a pedirlo. 



Sergio ya había nacido.
Ya habíamos compartido unos meses juntos la habitación.
Nos habíamos adaptado bien, pero Ania ya necesitaba su espacio y nosotros el nuestro para dedicarnos un poquito en exclusiva en el bebe, al menos por la noche que si que iba a despertarse de vez en cuando y Ania ya la hace de golpe.

Por esa y otras tantas razones decidimos que ya era el momento de hacer el cambio. 

Si que las primeras noches nos pedía que nos quedásemos con ella hasta que se durmiera. 
Se despertaba una vez a mitad de la noche para ir al baño. Y al terminar de la visita al baño otra vez quería algo de compañía pero se volvía a dormir muy rápido. 

Y si no pedía agua. 
Buscaba métodos para que fuésemos a la habitación. Pero no pedía volver a la cama de los papas. Si no que los papa fuesen a su cama. 


Poco a poco iba durmiéndose sola.
Y ahora solo alguna noche se despierta por que se hace pis.
 Pero no pide que nos quedemos con ella. 

Se nos va haciendo mayor e independiente, 
y yo me alegro pero por otro lado me da mucha nostalgia. 





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